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Uso de la comunicación aumentativa en la atención temprana (04/2020) [Nou]

autor

Dra. Claudia Portilla

PhD por la Universidad de Barcelona
Logopeda CDIAP Aspanias
Profesora Asociada Universidad de Barcelona

Tipología del artículo: Reflexión y práctica clínica
   

 

Resumen

Palabras clave 

comunicación aumentativa, atención temprana, estrategias

En este artículo se subrayan los aspectos más relevantes sobre el uso de la Comunicación Aumentativa (CA) en la intervención temprana y se ofrecen algunas ideas sobre los apoyos y estrategias específicas. A nivel práctico, se ofrece información sobre nuestra experiencia terapéutica en casos de niños y niñas que, atendiendo previamente a sus necesidades y sus características, han resultado beneficiados de la incorporación de los recursos de comunicación aumentativa.

 

Abstract

Key words 

augmentative communication, early intervention, strategies

This paper highlights the most relevant aspects on the use of Augmentative Communication (AC) in early intervention and offers some ideas about supporting measures and specific strategies. On a practical level, information is provided about our therapeutic experiences in child cases that have been benefited by the introduction of augmentative communication, while taking into account the children’s characteristics and needs.

 

En la última década la investigación sobre el uso de la comunicación aumentativa (CA) en la atención temprana ha considerado de manera creciente la franja de edad desde el nacimiento hasta los tres años. Es tan amplia la evidencia acumulada sobre los beneficios del uso de CA en estas edades que urge la revisión de los criterios que determinan el éxito en este tipo de intervención. Como muestra de esta evidencia se puede consultar el trabajo de Romsky et al. (2015) en el que se recopilan  y analizan unos 143 artículos  de diferentes orientaciones metodológicas sobre intervenciones con CA en edades tempranas. A lo largo de este texto retomaremos algunos de los criterios más relevantes en este ámbito.

La comunicación aumentativa constituye una forma multimodal de intervención en el lenguaje y en la comunicación que usa signos manuales, tableros de comunicación con símbolos y dispositivos tecnológicos que tienen en cuenta las habilidades de comunicación del niño, ya sea habla, vocalizaciones, gestos, o signos manuales (Glennen, 2000 citado por Romski  et al, 2005). De esta manera, la función principal de la comunicación aumentativa en ambientes de intervención en edades tempranas es ofrecer otra forma de comunicación en los casos en que el habla no se ha desarrollado. Los casos en los que podemos incluir ayudas y estrategias aumentativas de comunicación serán aquellos en los que el habla esté ausente o su proceso de desarrollo sea lento. Se trata de niños en los que evidenciamos que, para promover su interacción o la instauración del primer vocabulario y su adquisición progresiva, no basta con las estrategias usuales de comunicación oral. Así, podemos incluir desde niños que presentan limitaciones en la adquisición del lenguaje oral hasta niños que presentan condiciones congénitas que impiden el desarrollo del habla y del lenguaje, como autismo, parálisis cerebral, síndromes genéticos o dificultades cognitivas, entre otros. Sin embargo, no todos estos niños serán candidatos a utilizar CA como un sistema único y formal de comunicación, puesto que encontramos desde niños que tienen unas habilidades de habla y lenguaje funcionales hasta niños que carecen del lenguaje oral. Es decir, algunos de estos niños pueden necesitar CA en su desarrollo temprano, para aumentar las habilidades de habla, y otros lo requerirán durante más tiempo o de forma permanente. 

Asimismo, los profesionales en el ámbito de la atención temprana también utilizan apoyos y estrategias para aumentar el habla y las vocalizaciones existentes y para mejorar la inteligibilidad del mensaje, así como también para ofrecer un input en aquellos niños cuyas habilidades de comprensión pueden estar limitadas. En otros casos, los apoyos y estrategias de comunicación alternativa pueden ayudar a disminuir los problemas de comportamiento del niño en el caso de falta de autorregulación o conductas disruptivas. 

Como se ha dicho, la comunicación aumentativa incluye recursos simbólicos y materiales para ayudar al niño a seguir el itinerario evolutivo de la comunicación y el lenguaje, tanto a nivel comprensivo como expresivo. No obstante, es importante remarcar que los recursos están pensados para ponerse en funcionamiento en una situación de interacción lo más natural posible. Así, además de disponer de los recursos y materiales tangibles e intangibles específicos (por ejemplo, un tablero de comunicación con pictogramas, signos manuales o un sistema de comunicación en un dispositivo electrónico) los profesionales de la atención temprana deben diseñar, mejorar y utilizar estrategias específicas y adecuadas para generar oportunidades de comunicación exitosas. Estas estrategias se refieren a las estrategias de gestión de la comunicación y la conversación, las estrategias de adaptación del input y a las estrategias educativas que han sido estudiadas desde el enfoque de la intervención naturalista en la comunicación y el lenguaje (ver por ejemplo el trabajo de Gràcia, 2001). Sobre la adaptación del input, Gómez y García-Eligio de la Puente (2016) mencionan, por ejemplo, el empleo de estrategias de input aumentado y el modelado para asegurar la comprensión del mensaje y la expansión de vocabulario. Las autoras mencionan que “el input aumentado consiste en acompañar el input oral ―la palabra hablada― con una señalización simultánea del símbolo pictográfico correspondiente a tal palabra. Mencionan que señalar o aumentar el input mientras se dice la palabra es fundamental para que el niño progresivamente utilice esos símbolos en su comunicación expresiva (como output). En nuestro ámbito de intervención, los profesionales sabemos que estas estrategias se producen en situaciones naturales de comunicación, como en las actividades basadas en el juego simbólico, juego dirigido, interacciones más estructuradas o en las rutinas familiares. 

En síntesis, siguiendo a Romsky y Sevcik (2005), la comunicación aumentativa puede tener al menos cuatro funciones diferenciadas en la intervención temprana, dependiendo de las necesidades del niño: a) aumentar el habla natural que tiene el niño; b) ofrecer un modo primario de salida de comunicación u output; c) proporcionar una entrada o input para el lenguaje y la comunicación; y d) servir como una estrategia de intervención de lenguaje. El rol o función más conocida es la de ofrecer un modo de salida u output. Este sería, por ejemplo, el caso Jan, un niño que comprende casi todo lo que se le dice pero que requiere de un apoyo para mejorar su comunicación en relación a la inteligibilidad del mensaje. Es el caso de la parálisis cerebral que presenta dificultades motrices severas que afectan la producción e inteligibilidad del habla. En el caso de los niños que inician el desarrollo de la comunicación con dificultad, las demás funciones son de gran relevancia. Por ejemplo, en el caso de Pol, de 36 meses, que presenta un comportamiento desafiante y un diagnóstico reciente de autismo. Pol produce menos de 20 palabras y tiene unas pocas vocalizaciones indiferenciadas, y está aprendiendo a usar los apoyos de la CA para indicar lo que desea o necesita (una función de ofrecer tanto un input como un output con unas estrategias de intervención adecuadas). 

Los ambientes de intervención temprana

En Cataluña, los profesionales en el ámbito de la atención temprana brindan servicios y apoyos a las familias en el caso de identificar una dificultad o trastorno del desarrollo, o en el caso de detectar un riesgo de presentarlos entre el nacimiento y los seis años de edad, tal y como plantea el Decreto 45/2014. En la práctica, los servicios ofrecidos en los Centros de Desarrollo Infantil y Atención Precoz (CDIAP) promueven el desarrollo del niño en su contexto natural y familiar en todas las áreas, incluida la comunicación y el lenguaje. Tal y como propone Guralnick (2000) los servicios y apoyos que se ofrecen en los entornos de atención precoz de la manera más temprana posible maximizan la inclusión del niño en la sociedad y también reducen el estrés de la familia. En este contexto, los niños con dificultades en el habla pueden presentar una forma no convencional para comunicar sus deseos e intereses, haciéndolo de manera incipiente o no comprensible para su interlocutor. La comunicación aumentativa puede reemplazar estas maneras menos convencionales de comunicación y favorecer formas más elaboradas, que permiten seguir el proceso complejo de adquisición de vocabulario compresivo y expresivo y de enriquecimiento gramatical equivalente al habla. 

En la práctica terapéutica en el CDIAP, las decisiones sobre la incorporación de la comunicación aumentativa tienen que ver con los procesos de observación inicial y evaluación de las posibilidades del habla del niño, sus características evolutivas y recursos de comunicación, y las condiciones de la familia. En la incorporación de apoyos y estrategias de comunicación aumentativa el criterio central es establecer si el niño es capaz de ampliar su comprensión y expresión del lenguaje gracias al uso de estos recursos o si no hay una diferencia significativa cuando lo hace a partir de sus recursos verbales. En ocasiones encontramos casos en que la comunicación aumentativa nos ha ayudado, en una primera fase, a que el niño empiece a hablar o aumentar su producción verbal o su inteligibilidad. En estos casos, el recurso de comunicación utilizado se retira siguiendo el principio de transitoriedad de las ayudas en el aprendizaje. En el Cuadro 1 se muestra un listado de algunas de las condiciones a tener en cuenta en la intervención y utilización de CA en edades tempranas. Planificar y diseñar programas de intervención teniendo en cuenta estas condiciones asegura una buena utilización de este tipo de recursos en las primeras edades.

Cuadro 1. Condiciones de intervención y uso de los recursos de comunicación aumentativa en atención temprana

Algunas condiciones para la intervención utilizando la comunicación aumentativa en edades tempranas (a partir vonTetzchner, 2007):

Incidir en situaciones en que se presente una conversación recíproca. Esto es, que se intente asegurar que el sistema de comunicación se utiliza de forma recíproca tanto por el niño como por el adulto que participa en la comunicación. Esta condición proporciona una calidad genuina a los intercambios comunicativos. Por ejemplo, tenemos un monográfico de pictogramas del Señor Potato y en el juego lo ha de utilizar tanto el niño (para manifestar su demanda) como el adulto (para describir, repetir o confirmar la demanda a través de la señalización de los pictogramas mientras se verbaliza: “¿quieres el gorro o la mochila?”, “Vamos a ponerle la boca…”).

 Procurar que el uso y la enseñanza de los recursos y las estrategias de comunicación aumentativa se hagan a través de juegos del lenguaje prototípicos. Por ejemplo, adivinando objetos o jugando al “Veo, veo” podemos señalar las características del objeto en un tablero de comunicación, señalar los turnos, etc.

Fomentar el vocabulario temprano basado en intereses y preferencia de uso y en necesidades del contexto. Por ejemplo, observar los intereses del niño y diseñar monográficos que aglutinen el vocabulario conocido y un vocabulario nuevo para él. De la misma manera, si utilizamos gestos, podemos registrar aquellos que son idiosincráticos para el niño y transformarlos en más convencionales e introducir nuevos.

Ofrecer oportunidades de uso continuado en situaciones de juego y situaciones rutinarias (ir al lavabo, la hora de almorzar, recoger para ir al patio, etc.) Esto es, fomentar el uso en diversos contextos en el caso de que el sistema de comunicación aumentativa sea un medio formal de comunicación para el niño o favorecer el uso de los recursos que ayudan al niño a regularse o a ser más autónomo.

Garantizar la posibilidad de un auténtico diálogo. A través de las estrategias de gestión de la comunicación y el uso del recurso comunicativo, motivar conversaciones genuinas e interesantes para el niño y modificar las propuestas según los intereses comunicativos.

Procurar el éxito comunicativo más que un éxito instrumental. Por ejemplo, priorizar el seguimiento de los intereses del niño en el juego más que el uso sistemático del tablero de comunicación o monográfico. A veces se necesita el éxito instrumental, pero lo importante es el éxito comunicativo. En el caso de no conseguir este equilibrio podemos parar e ir hacia niveles de uso iniciales.

En la práctica terapéutica, las decisiones de introducir CA pueden estar basadas en nuestro conocimiento del desarrollo del lenguaje normativo; estas bases también ayudarán a explicar a las familias la idoneidad del uso de pictogramas, tableros de comunicación o tableros organizados por alguna temática (monográficos). Esta perspectiva del desarrollo la abordaremos a continuación. 

Una perspectiva del desarrollo para comprender la pertinencia del uso de la comunicación aumentativa en edades tempranas 

A pesar de los avances tecnológicos, empíricos y profesionales en la intervención de la comunicación aumentativa en ambientes de atención temprana, todavía es difícil argumentar la idoneidad de su utilización, posiblemente porque los recursos y estrategias hacen énfasis en un recurso diferente al del habla natural. Esta diferencia puede ser interpretada por algunos profesionales y familias como algo artificioso y poco natural en la comunicación en un momento del desarrollo en que las expectativas están puestas en que el niño se ajuste a la evolución normal típica del habla. Uno de los recursos para poder enfrentar las posibles resistencias en edades tempranas de intervención es aludir a una perspectiva del desarrollo del lenguaje y a los indicadores evolutivos que facilitan la aparición e instauración del habla, tal y como proponen Romski y Sevcik (2005). Este tipo de perspectiva también es útil para los profesionales que se inician en la implementación de los recursos y estrategias de la comunicación aumentativa.

Siguiendo a Romski y Sevcik (2005), el período inicial del desarrollo del lenguaje está lleno de ricas oportunidades para que los niños aseguren no solamente el lenguaje expresivo y receptivo, sino para que instauren los fundamentos requeridos para la comunicación. Los autores comentan que esta situación se presenta de la misma manera en el caso de aquellos niños que presentan dificultades en la instauración del lenguaje expresivo y que, por tanto, en la intervención temprana debe considerarse la utilización de recursos y estrategias de comunicación aumentativa que favorezcan las habilidades de comprensión y producción a través de gestos, signos o símbolos. 

Sabemos que antes de que el niño empiece a hablar ya será capaz de hacer muchas cosas con el lenguaje y de percibir cómo funciona la comunicación. Estas bases permitirán sin duda la instauración y desarrollo del habla. En el caso de ausencia de habla o de una reducción notoria en su desarrollo, la CA será un recurso viable para seguir fomentando los intercambios comunicativos primarios, la comprensión e instauración de los turnos, y la comprensión de las funciones iniciales de la comunicación, como expresar deseos y necesidades. Es habitual que en los inicios del desarrollo, en los casos en que el lenguaje expresivo se encuentra afectado, los profesionales de la comunicación busquemos información sobre cómo el niño está expresando sus deseos y necesidades, y cómo progresivamente va acumulando conocimiento sobre el mundo que lo rodea; asimismo, buscamos información sobre cómo son los intercambios comunicativos con otros y, a partir de esta información, podemos evaluar y determinar qué tipo de recurso aumentativo puede favorecer el trascurso del desarrollo (pictogramas, gestos, objeto, fotografía, etc.). 

Es durante el primer año de vida cuando las habilidades del lenguaje comprensivo se expresan notablemente y hay una asimetría evolutiva en relación con el lenguaje expresivo del niño. Esta comprensión evoluciona en relación con otros dispositivos cognitivos y de la comunicación, como la atención conjunta y la comprensión de la forma de las palabras y la relación con sus referentes. Al año y medio, el niño comprende unas 50 palabras que incluyen personas, juegos, rutinas, objetos familiares, animales, partes del cuerpo y acciones. Holillch  et al. (2000) opinan que estos logros en la comprensión son los que permiten el desarrollo del lenguaje expresivo posteriormente. Visto así, el uso de la CA para afianzar el lenguaje compresivo en edades tempranas es fundamental para favorecer el incremento del lenguaje expresivo antes de que el habla convencional pueda instaurarse. Entre los 12 y 15 meses, aproximadamente, el niño empieza a producir las primeras aproximaciones de palabras hasta que, progresivamente, empieza a instaurar un vocabulario más robusto; y es hacia los dos años cuando el niño empieza a hablar. Es en los dos primeros años, el niño hace un avance importante en las habilidades de comprensión antes de que se evidencie la producción del lenguaje. Así, en los casos en que los niños no están teniendo esta experiencia en el lenguaje productivo, los autores sugieren que la utilización de recursos y estrategias de comunicación aumentativa puede afianzar las habilidades de comprensión y asegurar un camino para conseguir un lenguaje hablado o un lenguaje más convencional y complejo con el uso de signos o símbolos.

Teniendo en consideración esta perspectiva de desarrollo, la intervención con comunicación aumentativa puede ser vista como una herramienta que fomenta el desarrollo de habilidades tempranas del lenguaje y prepara el escenario para el posterior desarrollo del vocabulario y habilidades de lenguaje, independientemente de si el niño finalmente habla o no (Romski y Sevcik, 2005 p.178). En síntesis, desde la perspectiva evolutiva sugerida por Romski y Sevcik (2005) en el uso de la comunicación aumentativa en entornos de atención temprana, podemos señalar:

  • Que la relación asimétrica entre la comprensión y la producción en los inicios del lenguaje supone la utilización de la CA para favorecer la comprensión del lenguaje.
  • La CA favorece la comprensión del lenguaje activando las posibilidades del desarrollo del habla o lenguaje productivo. 
  • En el desarrollo normativo del lenguaje, el habla se instaura a los dos años, aproximadamente, pero antes tiene lugar el desarrollo de los dispositivos básicos de la comunicación (intención comunicativa, atención conjunta, expresión de necesidades y deseos). La aparición de estos aspectos comunicativos también se beneficia a través de la implementación de la CA de manera temprana en niños con dificultades o trastornos en el desarrollo. 

Para ejemplificar, en el Cuadro 2 se mencionan algunos de los usos de los recursos de comunicación aumentativa que podemos implementar en los entornos de atención temprana.

Cuadro 2. Uso de la comunicación aumentativa en el centro de atención temprana.

El uso de recursos de comunicación aumentativa (tableros con pictogramas, los gestos manuales, las fotografías) en el CDIAP puede dirigirse hacia:

 La instauración inicial de un sistema formal de comunicación, favoreciendo tanto la comprensión como la expresión del lenguaje.

Como recurso para favorecer los dispositivos básicos de la comunicación.
Por ejemplo, incidir en la comprensión e instauración de los turnos y en la iniciación de la comunicación con la función de pedir a partir de tableros con un conjunto de pictogramas, según los intereses del niño.

Como recurso para visualizar la estructura y complejidad del lenguaje oral.
Enunciados en pictogramas que hacen visible la estructura gramatical durante el juego simbólico, el juego dirigido o en la lectura de cuentos adaptados.

Como recurso para ayudar a estructurar la sesión (anticipación, transiciones, cierres).

Ayudar al niño en la comprensión de la temporalidad con el uso de secuencias visuales.
Por ejemplo, favorecer los pequeños intercambios comunicativos entre el niño y la familia a partir de la secuencia de acciones: “hoy hemos jugado a la casita, los bolos y el Potato” (mientras se señala en las secuencias de pictogramas).

Ayudar al niño a fortalecer los procesos de regulación. 
Por ejemplo, desde la instauración del signo manual “ya está” como indicador de cierre de actividad, hasta la presentación de pictogramas de “recoger juguetes” y “salir de la sala” para despedirse.

Ayudar al niño a aprender mejor conceptos cada vez más complejos. 
Presentación de gestos, pictogramas y fotografías incrementando progresivamente la comprensión de categorías conceptuales (atributos, características, condiciones).

¿Qué nos dice la investigación actual en el uso de la Comunicación Aumentativa?

En general, los estudios avalan que la CA es una aproximación viable para incrementar los intentos de comunicación y la mejora del lenguaje comprensivo y expresivo de los niños pequeños entre los 2 y los 6 años. En relación a las investigaciones revisadas en el ámbito de la atención temprana, según el estudio de Romski  et al. (2015) podemos señalar cuatro implicaciones para nuestra práctica:

  • La intervención con CA no deteriora el desarrollo del habla, sino más bien se convierte en una ayuda idónea para el desarrollo de las habilidades de comunicación y del lenguaje. Se ha visto que la presentación temprana de CA en la intervención aumenta las vocalizaciones existentes y favorece el desarrollo del habla (Cress y Marvin, 2003; Guralnick, 2008; Romski y Sevcik, 2005; Romski  et al., 2015; Sevcik,  et al., 2008; von Tetzchner et al. 2005)
  • La intervención con CA ofrece al niño herramientas para comprobar que puede participar con éxito en intercambios comunicativos desde edades tempranas (Brady, 2000; Drager  et al., 2006; Lüke, 2014; Romski  et al., 2015; Sevcik,  et al., 2008; Wright  et al., 2013).
  • La participación de la familia en la intervención con CA es imprescindible para el éxito a largo plazo en el desarrollo del lenguaje y la comunicación (Romski y Sevcik, 2005).
  • El trabajo transdisciplinar y la actualización de los profesionales sobre el uso temprano de CA y las estrategias de intervención idóneas para favorecer el desarrollo se convierten en un reto para los equipos de profesionales en la atención temprana (Romski  et al., 2015).

Es evidente que estas implicaciones favorecen nuestra intervención en la mejora de la comunicación y el desarrollo del lenguaje en niños de edad temprana y sus familias. Progresivamente los profesionales de la atención temprana van acumulando evidencias que permiten constatar que los recursos de comunicación aumentativa ayudan a mejorar el desarrollo global de los usuarios y su calidad de vida. Para fortalecer las capacidades de los profesionales en este ámbito, en Cataluña contamos con la Unidad de Técnicas Aumentativas de Comunicación (UTAC).

La UTAC y el asesoramiento en el uso de Comunicación Aumentativa 

UTAC-Sirius (Unitat de Tècniques Augmentatives de Comunicació) es un servicio público de asesoramiento y apoyo a profesionales y a familias en convenio con el Departament de Treball, Afers Socials i Famílies de la Generalitat de Catalunya. Los profesionales especializados en comunicación aumentativa de la UTAC organizan talleres gratuitos dirigidos a profesionales de los CDIAP, que consisten en analizar casos susceptibles de utilizar comunicación aumentativa y de realizar un seguimiento del diseño de los apoyos y estrategias del profesional. De esta manera, los profesionales de atención temprana pueden dirigir mejor sus decisiones terapéuticas, los recursos y materiales para adaptar en cada caso. Este asesoramiento especializado permite consolidar las capacidades profesionales relacionadas con la implementación de comunicación aumentativa y garantiza, a su vez, la consolidación de los objetivos terapéuticos relacionados con el desarrollo del lenguaje y de la comunicación de los casos abordados. El Cuadro 3 ilustra de manera sintética el caso de Pau, un niño con graves dificultades para autorregularse y comunicarse y en el que la incorporación de recursos de CA fue decisiva para mejorar la capacidad de comprensión de las situaciones y resultó una estimulación para su producción oral. 

Cuadro 3. Caso 1

Caso 1 Pau

Pau es un niño de 4 años y 7 meses con un diagnóstico de TEA.

Inicio de la intervención: a los 3 años acude a nuestro CDIAP con manifestaciones de falta de autorregulación, angustia por cambios en el entorno y conductas disruptivas de difícil contención. Lenguaje expresivo incipiente. En las sesiones de psicología demuestra rabietas de difícil contención y de larga duración.

Introducción de CA: se introducen pictogramas para regular la conducta del niño y favorecer las transiciones. En las sesiones de psicología se presentan los pictogramas de “recoger juguetes”, “despedirse”, “salir de la sala”. Se utiliza la anticipación como estrategia principal.

Progresivamente se incorpora un tablero de comunicación para favorecer la demanda y monográficos centrados en sus intereses para favorecer el aumento de vocabulario y la comunicación. Se utilizan estrategias de gestión de la comunicación.

Evolución: disminuyen drásticamente las rabietas evidenciándose que Pau se autorregula con la presentación de los pictogramas que anticipan la acción o actividad a desarrollar. A los 5 años mejora el aprendizaje del vocabulario comprensivo y expresivo, el lenguaje espontáneo y la inteligibilidad del habla. También el seguimiento de turnos en las interacciones, el contacto visual y la atención conjunta.

En el caso de Pau se retiraron los pictogramas y los tableros de manera progresiva atendiendo al incremento constante de su capacidad expresiva oral. A partir del asesoramiento con UTAC-Sirius se constata que los recursos basados en la comunicación aumentativa son funcionales para incentivar la comunicación en algunas situaciones, para favorecer el seguimiento de turnos, para introducir y enseñar vocabulario, para alargar los enunciados y, especialmente, para la regulación de la conducta.

Las resistencias en el uso de recursos y estrategias de comunicación aumentativa: mitos y realidades

A pesar de la evidencia en la investigación y en la práctica, sigue existiendo una resistencia en el uso de CA y en la incorporación de recursos aumentativos en la comunicación en edades tempranas del desarrollo. Diversos autores han señalado la existencia de un conjunto de mitos que han persistido durante los últimos 30 años. Por ejemplo, Romsky y Sevcik (2005) describieron el conjunto de mitos que, probablemente, han ralentizado el proceso de adecuación en la intervención temprana con CA. Dentro de los mitos principales, más conocidos y con directa implicación en la aceptación de la familia a la implementación de CA encontramos la impresión de que estos apoyos y recursos podrían llegar a convertirse en el principal modo de comunicación para el niño y que reducirían su motivación para hablar. Sin embargo, los datos empíricos hasta la actualidad sugieren justamente el resultado contrario. Es el caso de los estudios de Cress (2003); Cress y Marvin (2003) y Culp (2003), en los que se demostró que la utilización temprana de signos manuales o gestos mejoró el desarrollo del habla en la intervención en las primeras edades. Otro de los mitos conocidos es que los recursos y estrategias de la comunicación aumentativa son el “último recurso” en la intervención del habla y del lenguaje. Esta idea no acaba de tener fundamento si consideramos la perspectiva de desarrollo comentada en el apartado anterior y los beneficios en la intervención de los dispositivos básicos de la comunicación y la comprensión a través de la CA. 

Más allá de los mitos comentados hay algunas realidades a considerar en la implementación y uso de los SAAC en el ámbito de la atención temprana y que son de gran relevancia para el proceso terapéutico y el acompañamiento profesional, y que comentaremos enseguida. 

Familia y expectativas 

A pesar de la evidencia y de las posibilidades de la intervención con CA, de los recursos y formación de los que disponemos los profesionales en este ámbito, sabemos que en este periodo las familias están en una situación de comprensión y aceptación de las dificultades de su hijo y a menudo hay una resistencia al tipo de intervención o estrategias terapéuticas. Esta resistencia puede provocar que la intervención basada en comunicación aumentativa en edades tempranas comporte un proceso complejo. La percepción de la familia sobre el tipo de comunicación que sugiere el terapeuta puede jugar un rol importante en la intervención. En ocasiones nos podemos encontrar en una confrontación entre el deseo de las familias de que su hijo hable y el objetivo terapéutico basado en el desarrollo de la mejor vía para comunicarse. Para evitar esta confrontación, las intervenciones deberían basarse en los actuales modelos de prácticas centradas en la familia, priorizando la necesidad de definir un objetivo específico y conjunto y brindar todos los recursos para promover las capacidades de la familia para abordar ese objetivo (Dunst y Trivette, 2009; Dunst, 2017). Asimismo, aludir a una perspectiva del desarrollo, tal y como se describió en el apartado anterior, puede ayudar al profesional a presentar la idoneidad de incorporar la comunicación aumentativa en la intervención. A menudo puede pasar que el terapeuta presente el recurso aumentativo con el objetivo de favorecer las habilidades de producción y comprensión en el niño y como apoyo al éxito comunicativo entre el niño y la familia (ya sea un gesto manual o la implementación de pictogramas) y que este recurso no llegue a ser entendido como un recurso simbólico y lingüístico, ya sea porque la familia se ha adaptado a la manera de comunicarse del niño o porque no ha habido suficiente tiempo y oportunidades para establecerlo en las rutinas diarias. En este caso, el terapeuta deberá explicar y ejemplificar el uso de los apoyos y estrategias en situaciones naturales de comunicación con la familia. El caso de Laia, ilustrado en el Cuadro 4, muestra muy brevemente la implicación de la familia en el proceso de implementación de un CA, adecuándose a las capacidades y recursos comunicativos propios de la niña. En este caso, el uso de gestos como recurso de comunicación alternativa al habla tuvo éxito cuando a la familia se le explicó el valor de estos recursos, se analizaron conjuntamente los beneficios en el desarrollo del juego y la comunicación a través de vídeo intervención y la propia familia experimentó la oportunidad de participación de Laia en sus primeras interacciones y la posibilidad de reciprocidad a partir de sus demandas. 

Cuadro 4. Caso 2

Caso 2 Laia

Laia es una niña que presenta una delación en el cromosoma 5p (o Síndrome de Lejeune). Presenta retraso psicomotor y cognitivo.

Inicio de la intervención: al año de vida acude a nuestro CDIAP por retraso psicomotor y es atendida por fisioterapia y psicología. A los 2 años y medio, Laia se comunica de manera muy incipiente dado el retraso cognitivo que presenta. Observamos que el recurso comunicativo que utiliza son sus propios gestos manuales idiosincráticos.

Introducción de CA: en las sesiones de logopedia registramos sus gestos y los hacemos formar parte del repertorio para comunicarnos con la niña.

Evolución: signos manuales propios de Laia fueron convencionalizándose y ampliándose a través del registro elaborado por la familia en situaciones naturales de juego y de comunicación. “Pelota”, “casa”, “bebé”, “comer” y “salir” fueron los primeros signos que permitieron favorecer el lenguaje comprensivo y receptivo de Laia, y a partir de los cuales se consolidaron los dispositivos básicos de comunicación con la niña y con su familia.

El asesoramiento con UTAC-Sirius permitió rediseñar las sesiones terapéuticas de logopedia para poder establecer el sistema natural de comunicación de Laia haciéndolo cada vez más convencional y favoreciendo la demanda espontánea, el disfrute en el juego y la aceptación progresiva por parte de la familia de su sistema natural de comunicación en una edad temprana.

Continuidad, trasferencia y generalización

El establecimiento de las estrategias o apoyos de comunicación aumentativa entre los diferentes ámbitos naturales de desarrollo del niño debería ser uno de los retos a trabajar cuando incorporamos este recurso en nuestras intervenciones. No es infrecuente que las estrategias y apoyos no dispongan de una continuidad entre los diferentes contextos de desarrollo del niño debido, en algunos casos, a las percepciones de los profesionales que le atienden (en la escuela, el centro de atención infantil, el gabinete terapéutico privado, en el hogar) o al desconocimiento de los recursos más idóneos.

Tal y como diversos autores sugieren, nunca es demasiado pronto para incorporar CA en la intervención de lenguaje y comunicación para el niño pequeño (von Tetzchner et al., 2005; Guralnick, 2008; Cress y Marvin, 2003). Sin embargo, la incorporación temprana de estos recursos y estrategias debe ser progresiva y ajustada a las necesidades del niño y de su familia. Si se sigue esta línea será más fácil garantizar la coordinación entre los diferentes contextos del desarrollo del niño, en lugar de implementar demasiado vocabulario a través de pictogramas, signos manuales o fotografías, sin adecuarse al estado actual de la familia, y las posibilidades de uso y de comprensión de los recursos. Un primer objetivo en las edades tempranas es favorecer la demanda del niño y ayudar a que sus recursos comunicativos sean más complejos. Esto es, ayudar a transformar formas incipientes de comunicación, como la indicación del objeto, en la selección y señalización, en un tablero, de cuatro pictogramas acompañados de la verbalización. Si logramos establecer este único objetivo tanto en el contexto familiar como en el escolar y en el centro de atención temprana podremos cumplir objetivos y avanzar en nuestras intervenciones de manera más armónica.

Conclusiones

A lo largo de esta revisión se han tratado diferentes aspectos sobre la conveniencia del uso de la comunicación aumentativa en el ámbito de la atención temprana. Se han destacado las funciones que cumple la implementación de apoyos y estrategias en los niños que necesitan este tipo de intervención, subrayando el carácter aumentativo en estos recursos. Es decir, la ventaja del uso de la comunicación aumentativa se refiere al hecho de que puede utilizarse en cualquier momento del desarrollo en que el habla no esté instaurándose de la manera esperada, con la posibilidad añadida de retirar los apoyos visuales cuando sea necesario y utilizando los recursos de comunicación propios del niño (vocalizaciones, gestos, mirada, entre otros). 

En relación a la función de ampliación de los recursos de comunicación del niño, se ha destacado la posibilidad que ofrece la comunicación aumentativa para influenciar en los niveles de expresión (output) y de comprensión (input) del lenguaje y su relevancia en la concreción de los componentes intangibles de la producción oral, por ejemplo, en hacer visible la estructura gramatical de un mensaje. 

Además de la relevancia y de las posibilidades demostradas en el uso de la CA en la optimización del lenguaje, se ha subrayado que los apoyos y estrategias pueden servir como un recurso importante en la autorregulación del niño, en el establecimiento de una atención conjunta y en la comprensión de sus emociones y las de otros.

Es innegable la evidencia demostrada a través de las experiencias y la investigación en el uso de la comunicación aumentativa en la atención temprana en los últimos diez años, con lo que cada vez son más los profesionales que confirman los beneficios de estos recursos en el desarrollo global de los niños en sus primeros años. 

 

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