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Jornades i presentacions

Nuevos retos: del despacho a la pantalla, un espacio para compartir (13/05/2021)

autor

Sandra Bericat Jiménez
Psicòloga General Sanitaria - Psicoterapeuta. Col. 15174

Anna Sedano Ruiz
Psicòloga General Sanitaria - Psicoterapeuta. Col. 6571

XI Congreso Interdisciplinar de Atención Temprana y Desarrollo Infantil: Infancia hoy, la Infancia en plural
   

 

Introducción

En primer lugar, agradecer al comité la oportunidad que nos han dado para presentar nuestra experiencia en este congreso, que esperamos que sea de vuestro interés.

La experiencia que vamos a presentar surgió del compromiso profesional para garantizar y dar continuidad a la atención a las familias que atendíamos en nuestro centro de atención temprana, durante la pandemia por COVID-19.

Esta situación, en la que los servicios se vieron abocados a limitar su atención para poder garantizar las medidas de seguridad sanitaria, nos llevó a repensar, reorganitzar y buscar nuevos medios para seguir desarrollando nuestra tarea asistencial de una forma diferente a la habitual.

Fue entonces cuando valoramos lo que nos podían ofrecer las nuevas tecnologías para seguir manteniendo el contacto con las familias y nos propusimos iniciar un grupo de madres online.

 

Resumen

Por la coincidencia de estar atendiendo a diversas familias de cultura árabe con unas características y necesidades similares nos propusimos iniciar un grupo de acompañamiento a las madres, con la finalidad de ofrecer un espacio para compartir sus vivencias en relación a la maternidad y con el objetivo de mejorar el vínculo afectivo con sus hijos basándonos en la mentalización parental.

Como profesionales también nos preguntamos: ¿cómo influye la cultura en la maternidad? ¿La maternidad se vive igual en todas las culturas?

Organizamos entonces un grupo donde participaron 6 madres con hijos atendidos en nuestro centro y que presentaban diferentes dificultades en el neurodesarrollo. La duración del grupo fue de 6 sesiones y lo condujimos 2 terapeutas.

Hay que decir que esta propuesta nos provocó una serie de cuestiones y reflexiones metodológicas y técnicas, dado que la modalidad online era una experiencia nueva tanto en el CDIAP como para nosotras como profesionales.

Nos planteamos qué encuadre deberíamos tener en cuenta para un grupo online y si se podría reproducir algo de lo presencial en lo virtual.

En este sentido, marcamos como requisito conectarse con un ordenador para poder mantener la visión global de grupo, así podíamos ver a todas las personas que participaban en él. Esta visión de todos no nos la daba el móvil o la tablet.

Pensamos también en la función de la sala de espera física y que en nuestro caso se convertiría en una sala de espera virtual, donde las madres esperaban a que todas llegaran como en la presencialidad, pero sin poder verse ni compartir.

Otras cuestiones que nos planteamos y que nos darían mucho que reflexionar y pensar son las siguientes:

  • ¿Podría el espacio virtual mantener el vínculo social ante la imposibilidad de la presencialidad?
  • Nos planteamos cómo sostener entre nosotras una relación dinámica y flexible para conducir el grupo separadas por la pantalla. 
    ¿Cómo podríamos reemplazar la comunicación no verbal, la no mirada simultánea y la complicidad que se produce en la presencialidad entre las terapeutas? La angustia inicial nos hizo estar hiperconectadas, con el móvil y con el chat del Zoom, pero pasado el momento inicial se produjo un efecto de acoplamiento a la pantalla y a la situación.

 

Conclusiones

En relación a la modalidad online y a la experiencia que ofrece el grupo, hemos podido recoger algunas conclusiones que no van más allá de una experiencia propia y que seguro que en otro momento podremos analizar con mayor detenimiento y profundidad.

Las ideas son las siguientes:

  • No consideramos la atención telemática como una sustitución de la atención presencial, sino como una modalidad provisional que nos permite mantener el vínculo, la escucha y el acompañamiento a las familias.
    Por tanto, en todo momento hemos tenido presente que lo virtual puede evocar la presencia, pero no la puede sustituir.
    En este sentido, explicar que durante el tiempo que duró el grupo, apareció la fantasía o deseo de que quizás en algún momento pudiéramos hacer alguna sesión presencial.
  • A través de esta experiencia hemos experimentado otra forma de hacer que ha permitido a estas madres, en ese momento concreto, crear un vínculo social y unas interacciones con las demás madres que han sido importantes como soporte de sus emociones internas.
  • Nos preguntamos cómo la necesidad del ser humano de agruparse se adapta al medio disponible. Nos referimos a que en los grupos presenciales suelen crearse grupos paralelos para compartir el café o charlar, y nos cuestionamos si se podría establecer una similitud con la creación del grupo de whatsapp que se formó en nuestro grupo online.
  • Constatamos cómo las participantes se han sentido cómodas delante de la pantalla. Esperaban el momento y se preparaban físicamente para el encuentro virtual, donde las vivencias subjetivas de las experiencias vividas en cada sesión fueron muy positivas.
  • Hemos podido experimentar que la pantalla puede provocar tanto un efecto de inhibición como de desinhibición. Algunas madres mostraron su rostro sin el velo, que en los encuentros presenciales sí que llevaban. Otras, pudieron expresar sentimientos personales que en el cara a cara manifestaron que no hubieran podido expresar. En cambio, en otras madres, la no presencialidad produjo efectos de inhibición.
  • El espacio virtual ha sido un espacio acogedor de escucha y comunicación, que ha permitido generar nuevos encuentros, intercambios, producciones individuales y también colectivas en relación a las vivencias de las participantes sobre la maternidad.
    A nivel individual, el grupo les permitió conectar con su propia subjetividad y preguntarse sobre la influencia del modelo interiorizado de sus madres en el maternaje y en el vínculo afectivo con sus hijos.
    A nivel colectivo surgió una vivencia de maternidad compartida entre todas las madres, sintiendo la maternidad como una experiencia vital que abarca diversos aspectos como el Amor, el Cuidado, la Responsabilidad o el Deseo.
    Se habló de la importancia que la madre pueda tener una dedicación “No toda” para el hijo y recupere el deseo como mujer.
    Recuperando la voz de las madres, citamos textualmente algunas de sus aportaciones con las que querían explicar que la figura de la mujer queda en segundo plano cuando devienen madres:
    • “La Maternidad es una vivencia que ocupa mucho espacio y desplaza todo lo demás”.
    • La Maternidad dura toda la vida”,
    • La maternidad nos supera

 

Comentarios

Hemos centrado la comunicación en explicar los efectos que ha tenido la pantalla y cómo nos hemos adaptado a esta nueva modalidad.

Pero a modo de conclusión y muy rápidamente, ya que daría para otra comunicación, nos gustaría poder transmitir nuestra sensación y lo que esta experiencia nos ha aportado a nosotras como profesionales y a las madres como participantes.

Que el ser humano tiene necesidad de establecer lazos sociales y vínculos ha quedado reflejado en el grupo aun en la distancia física. Las madres han traído al grupo la necesidad de ser escuchadas, de tener un espacio diferenciado como personas donde poder hablar de su maternidad, de su soledad, de las pérdidas y del duelo que ha supuesto su proceso migratorio, de sus miedos y sus incertezas.

Como terapeutas nos hemos sorprendido de las respuestas de las participantes, del vínculo transferencial que aun sin la presencialidad hemos percibido y vivido.

Nos preguntamos si ha podido facilitar la transferencia el hecho de que a algunas de las participantes ya las conociéramos personalmente porque somos las terapeutas de sus hijos.

Por otro lado, ¿Podríamos pensar que hemos creado un grupo online, pero que la presencialidad ha estado presente a modo de encuentro causal, dado que a otras madres las vimos ocasionalmente en la sala de espera del servicio?

En relación al impacto terapéutico, no sabemos qué efectos tendrá de momento el trabajo sobre la maternidad y el vínculo afectivo. Lo que sí sabemos es que las madres han expresado el deseo de poder continuar participando en grupos, aunque sea online.

Pensamos que los beneficios que ofrece un grupo donde sentirse escuchado y acompañado emocionalmente supera las desventajas que podríamos encontrar en la virtualidad.

Por lo tanto, aun teniendo en cuenta estas desventajas, creemos que llevar a cabo un grupo online, en situaciones concretas, es un recurso a tener en cuenta.

Y ya para terminar, expresar nuestro deseo de continuar explorando esta oportunidad que permite la virtualidad y buscar una modalidad entre lo presencial y lo virtual, como nuestro título dice, “del despacho a la pantalla”, que permita a los padres tener un espacio de encuentro significativo y terapéutico.

Muchas gracias por vuestra atención, buenas tardes.

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